El pasado 11 de enero el arzobispado de Barcelona confirmó, en una nota pública, que las pruebas de ADN realizadas por el Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Santiago de Compostela, han determinado que los restos del cuerpo inhumado en la catedral de Barcelona corresponden con "una muy alta probabilidad superior al 99,9 %" a don Manuel Irurita Almandoz, que fue obispo de Barcelona entre los años 1930 y 1936.
Para elaborar este análisis, el pasado mes de julio se procedió con un gran secreto a exhumar los restos del obispo Irurita sepultados a los pies del Cristo de Lepanto, en la capilla del Santísimo de la catedral de Barcelona, y lo mismo se hizo con los restos de sus hermanas Regina y Raimunda, sepultadas en Valencia. Estas pruebas certifican que los restos que en junio de 1940 fueron hallados junto a una tapia del cementerio de Montcada y Reixac y en diciembre de 1943 sepultados en la catedral corresponden a "un hermano biológico de las señoras Regina y Raimunda".
El arzobispado de Barcelona había encargado estas pruebas "con la finalidad de obviar la posible duda sobre la identidad de los restos mortales atribuidos al excelentísimo y reverendísimo monseñor Manuel Irurita". Su cadáver fue identificado por familiares de Antoni Tort en junio de 1940 y tres años después la Iglesia cerró un informe en el que daba por cierto que los restos encontrados, por la ropa hallada y por otras características del cuerpo, eran del obispo.
Pero las dudas proliferaron. Iniciadas en el hecho de que, al parecer, quienes fusilaron al doctor Irurita en la noche del 3 al 4 de diciembre de 1936, pensaron simplemente que "mataban a un sacerdote vasco", no faltó el "testimonio" de cuatro personas que dijeron haber visto al obispo el 28 de enero de 1940 a la salida del palacio episcopal de Barcelona acompañado de otro hombre.
Zanjado ahora el dilema con el resultado de este análisis, queda despejado el camino para el proceso de beatificación del obispo Irurita abierto en 1958 y reabierto en 1963. En la misma nota del arzobispado de Barcelona se comunica que Jaume Riera Rius ha sido elegido juez delegado de la causa de beatificación, en sustitución de monseñor Lluís Serrallach, recientemente fallecido.