Marzo 2000

PARA SENTIR CON LA IGLESIA

por el P. Manuel Martínez, mCR


UN CABLE A CHINA

Su Santidad Juan Pablo II ha invitado a los católicos de China, miembros de la Asociación Patriótica, iglesia nacional controlada por el partido comunista que no acepta la autoridad del Papa, a vivir juntos el gran Jubileo del año 2000. El llamamiento del Papa ha causado una auténtica sorpresa.
"He sabido con alegría que queréis ofrecer, como el don más precioso para la celebración del gran Jubileo, la unidad entre nosotros y con el sucesor de Pedro", dijo el Papa. Y siguió recordando a los mártires de la Iglesia de China: "Mi corazón tiembla de estupor y reconocimiento ante el Señor por el generoso testimonio ofrecido por una numerosa columna de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos... ¡Parece que el tiempo de la prueba, en algunas regiones, no ha terminado todavía!"
En China hay unos 10 millones de católicos, algo más de la mitad se mantienen fieles al Papa, a pesar de la persecución del régimen comunista que quiere obligarles a formar parte de la iglesia patriótica. Recemos para que sigan fieles a su fe católica y por los miembros de la iglesia patriótica, para que acepten la invitación del Papa a unirse a la Iglesia de Cristo.

UN LLAMAMIENTO A LA CARIDAD.

El Papa Juan Pablo II ha lanzado un sentido llamamiento a la caridad de todos los hombres en favor de millones "de desesperados, hombres y mujeres, muchas veces jóvenes que cada día afrontan riesgos incluso dramáticos para tratar de escapar de una vida sin porvenir... Las incomprensiones que muchas veces experimentan los extranjeros manifiestan la urgencia de transformar las estructuras y de cambiar de mentalidad".
El Papa reconoce que muchos países están realizando importantes esfuerzos para acoger a los emigrantes y exhorta a que todas las naciones integren en su vida social a todos los extranjeros, pero al mismo tiempo explica que: "La globalización produce nuevas fracturas. En el marco de liberalismo sin frenos adecuados, se hace más profunda la diferencia entre países emergentes y países perdedores. Los primeros disponen de capitales y de tecnologías que les permiten gozar de los recursos del planeta, facultad que no siempre se aviene con un espíritu de solidaridad, aprendiendo a compartir. Los segundos, por el contrario, tienen un difícil acceso a los recursos necesarios para un desarrollo humano adecuado, es más, en ocasiones les faltan incluso los medios de subsistencia y se ven aplastados por las deudas o lacerados por divisiones internas".
La solidaridad cristiana se llama caridad. Seamos caritativos con los emigrantes y con los países pobres. Enviemos a nuestros misioneros donativos generosos, que ellos convertirán en medios eficaces para evangelizar a los pobres y a los ricos del tercer mundo, contribuyendo de este modo a resolver este lacerante drama humano.

LO QUE HARÍAMOS POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Al recibir a los participantes del Congreso Internacional sobre la integración de los niños minusválidos, Juan Pablo II dijo que las familias con discapacitados tienen derecho a ser ayudadas, y añadió:
"La llegada de un niño que sufre es algo desconcertante para la familia... La familia es el lugar por excelencia donde el don de la vida es recibido como tal y la dignidad del niño es reconocida con expresiones de particular atención y ternura. En especial cuando los niños experimentan una mayor necesidad y cuando están más expuestos al riesgo de ser rechazados por los demás, la familia puede tutelar con mayor eficacia la misma dignidad que tienen con respecto a los niños sanos... Los padres tienen que ser alentados a afrontar esta situación que no es nada fácil, sin cerrarse a sí mismos. Es importante que el problema sea compartido no sólo por los familiares más cercanos, sino también por personas competentes y amigas".
El Papa termina diciendo que los creyentes cuentan con un apoyo particular en esta tarea: la oración. Oremos por estos niños y sus familiares y no dejemos de hacer por ellos todo lo que haríamos por nuestro Señor Jesucristo.


Revista 651