NUESTRA SEÑORA SANTA MARÍA DE GLASTONBURY
En la ciudad de Glastonbury, Somerset, al sudoeste de Inglaterra, todo
respira historia. Y esta historia gira alrededor de las ruinas de la abadía
benedictina de Glastonbury, el corazón de la cual lo formaba la antigua iglesia
de Wattle, dedicada a honrar a la Santísima Virgen. Se dice incluso que este
templo fue el más antiguo dedicado a la Madre de Dios al norte de los Alpes.
Hay una leyenda que trata de explicarlo.
Los turistas que visitan las ruinas de la abadía se paran delante de un árbol
relativamente pequeño: el Glastonbury Thorn, el espino de Glastonbury. Su
origen legendario se relaciona con san José de Arimatea, el miembro del
Sanedrín que ofreció su sepulcro nuevo para albergar el Cuerpo de nuestro
Señor. José, con otros discípulos, huyó a Inglaterra cuando la persecución
de Herodes acabó con la vida de san Esteban, el diácono protomártir. Allí
plantó el santo su cayado, que floreció en forma de árbol. Ellos edificaron
la iglesia vieja de Wattle dedicada a honrar a la Virgen.
La historia confirma que en 658, cuando los Sajones invadieron aquella parte del
país, abrazaron el cristianismo atraídos por los milagros y la devoción con
que la gente acudía a aquella iglesia dedicada a honrar a la Madre de Cristo. Y
también que en 1184 el "Gran Fuego" destrozó tanto la abadía como
la iglesia. Sólo se salvó de las llamas la imagen de madera de la Santísima
Virgen. En 1553 el impío Enrique VIII se apoderó de esa abadía benedictina,
como de los demás monasterios y conventos, e hizo desaparecer la imagen
venerada.
Pero la historia de aquella imagen no acabó aquí. En 1935, 400 años después,
se pusieron los fundamentos para una iglesia católica situada al otro lado de
la carretera que limitaba la abadía. La imagen de la Virgen de Glastonbury que
la preside fue coronada canónicamente en 1965 por el delegado apostólico de
Inglaterra Iginio Cardinale. La coronación se hizo en una Misa al aire libre en
los terrenos de la antigua abadía. Miles de católicos de todo el país, y
cristianos de todas las denominaciones protestantes acudieron a aquella cita.
Ésta es la imagen a la cual sus hijos de Inglaterra le piden: "Que se
restaure la unidad de los cristianos en este país".